Pavlov: Reflejos y Corteza Cerebral

Marcos Pérez Abendaño
Médico. Navarra

“Nosotros somos como enanos encabalgados sobre los hombros de gigantes
y así podemos ver más cosas y más lejos que ellos,
mas no por tener la vista más penetrante o poseer más alta estatura,
sino porque el gran tamaño de los gigantes nos eleva y sostiene a una cierta altura”

Bernard de Chartres

Ivan Petrovich Pavlov (1849-1936) es uno de los gigantes de que hablábamos arriba. Fisiólogo, dedicó la mayor parte de sus esfuerzos investigativos al estudio de las funciones de la corteza cerebral, utilizando para ello a perros en los que controlaba la secreción salivar como respuesta a diferentes estímulos que les eran aplicados.

Sus trabajos y conclusiones han tenido una incidencia notable en diferentes campos del saber humano, siendo de los más destacados la Psicología y la Pedagogía, merced al descubrimiento de uno de los procesos de aprendizaje más estudiados en ella, el condicionamiento clásico, y otros fenómenos como la extinción y la generalización del estímulo. Esta experimentación acabó por tener una gran influencia en el posterior desarrollo del conductismo.

Sin embargo, en la medicina convencional actual no parecen haberse tenido en la debida consideración ni sus trabajos ni los de otros investigadores que apuntan al importante papel que juega el Sistema Nervioso en nuestra relación con el mundo y con nosotros mismos, y por lo tanto en el proceso de enfermar y sanar. Desde un punto de vista reduccionista, el convencional, el sistema nervioso no pasa de ser uno más de los varios que forman el organismo, perfectamente separable del resto para su estudio especializado e independiente.

Por el contrario, desde una concepción holística en la que se toma al ser como una unidad dinámica, como un todo, es precisamente el sistema nervioso el que desempeña ese papel de integración y de coordinación del conjunto. En palabras de Pavlov, "en nuestro planeta el sistema nervioso es el instrumento más completo para relacionar y conectar las partes del organismo entre sí, al mismo tiempo que relaciona todo el organismo como sistema complejo con las incontables influencias externas".

Y dentro del Sistema Nervioso, es a nivel cortical donde se da el máximo grado de asociación de la conducta humana: "la actividad nerviosa superior del  hombre depende de la integridad funcional y estructural de los hemisferios cerebrales. Si éstos se dañan sus funciones se modifican y se vuelve un inválido".

Precedentes de Pavlov

Pavlov se dedicó a la interpretación del comportamiento de acuerdo a su unidad de análisis, el reflejo.

La idea de reflejo había sido desarrollada 300 años antes por Descartes, quien consideraba cada actividad del organismo como una reacción necesaria ante estímulos externos; la conexión entre el órgano que actúa y el agente estimulante se hace por medio de una determinada vía nerviosa.

El esquema que se señala para ello es que "un estímulo, externo o interno, alcanza a un determinado receptor nervioso dando lugar a un impulso nervioso; este impulso se transmite, a lo largo de las fibras nerviosas, al sistema nervioso central, y allí, merced a conexiones ya existentes, es elaborado y trasladado al órgano efector, que mostrará su actividad específica, determinada por la estructura celular específica. De esta manera, un estímulo aparece conexionado a la respuesta definitiva necesariamente como la causa al efecto".

Magnus había logrado demostrar la naturaleza de reflejo de todas las actividades motrices elementales del organismo animal, no sólo las correspondientes a las partes más inferiores del sistema nervioso central: estar de pie, caminar o mantener el equilibrio no son nada más que actos reflejos.

Sechenov (1829-1905) trató de presentar la actividad de los hemisferios cerebrales como una actividad refleja; es decir, como determinada (las ideas eran el reflejo en que la parte efectora está  inhibida, mientras que los afectos y las pasiones eran reflejos reforzados por una extensa irradiación de la excitación).

La escuela fisiológica de Berlín (Johannes Müller, 1801-1858) reforzó su visión de los procesos orgánicos como resultado del juego de las fuerzas físico-químicas del mundo material.

Richet (1850-1935) introdujo el concepto de "reflejo psíquico" (en el que la respuesta que sigue a un estímulo dado se supone que está determinada por la asociación de este estímulo con las huellas de anteriores excitaciones en los hemisferios cerebrales).

Botkin (1832-1889) había ya enunciado la idea del papel rector del SN en los procesos patológicos.

Ya había estudios anteriores acerca del funcionalismo de los hemisferios cerebrales (Fritsch y Hitzig, 1870), mediante métodos fisiológicos de excitación y destrucción. Goltz había extirpado la corteza cerebral a perros. Pero estaban sin estudiar las relaciones de la corteza con la conducta animal, no había un esquema general de la actividad nerviosa superior.

Método de Pavlov

Las conclusiones de todos estos estudios son tomadas por Pavlov como meras conjeturas, por lo que acaba proponiendo un método de trabajo en el que lo que hace es una interpretación fisiológica de las actividades de los hemisferios cerebrales, evitando caer en la utilización de conceptos subjetivos explicadores del fenómeno que él estudiaba. El análisis experimental que propone pretende que sea "objetivo como en las demás ramas de las ciencias naturales".

El método de experimentación de Pavlov consistía en estudiar las secreciones salivares y otro tipo de reacciones motoras que se producían en los perros como respuesta a diferentes tipos de estímulos que les eran aplicados.

Para ello, aislaba al animal lo más completamente posible de su entorno con el fin de evitar todo tipo de interferencia extraña en los parámetros con los que se quería experimentar, y mediante una cánula derivaba la secreción de las glándulas salivares a un recipiente donde podía ser medida.

De esta forma, variando la intensidad de los distintos tipos de estímulos aplicados (unos estimulantes y otros inhibidores) y analizando las respuestas obtenidas tras un complejo proceso de observación, llegó a una serie de conclusiones acerca del funcionamiento de la corteza cerebral y de la formación de reflejos condicionados, muchas de las cuales son de interés para nosotros desde el punto de vista de la Terapia Neural ya que ayudan a interpretar las diferentes reacciones que obtenemos cuando aplicamos el neuralterapéutico.

Reflejos

Llamó reflejo no condicionado a aquélla conexión permanente entre un estímulo externo y una determinada respuesta del organismo (por ejemplo: si se introduce alguna sustancia de naturaleza ácida en la boca de un perro, éste presenta una reacción de defensa que se concreta en movimientos de la cabeza y aumento de la salivación).

Definió el reflejo condicionado como una conexión temporal, creada  de manera experimental aunque también puede ocurrir en condiciones naturales (siguiendo el ejemplo: se somete al mismo perro a otro estímulo, repique de una campana, justo antes de aplicar el ácido en la boca; con sólo repetir esta experiencia varias veces, el perro comienza a salivar al escuchar el sonido de la campana).

Pavlov acaba describiendo toda la actividad animal superior, la humana incluida, física y psíquica, como reflejos. "Instintos y reflejos por igual son la respuesta inevitable del organismo a estímulos internos y externos". La diferencia estaría en que los instintos son reflejos innatos, directos, y el resto de reflejos son aprendidos, condicionados, y el papel que en ellos juegan los hemisferios cerebrales, la corteza, es imprescindible.

"La característica esencial de la alta actividad del sistema nervioso central, que en los animales superiores pertenece por entero a los hemisferios, consiste, no en el hecho de que los estímulos señales inicien reacciones reflejas en el animal, sino que en condiciones diferentes estos mismos estímulos pueden iniciar reacciones reflejas completamente diferentes, e inversamente, la misma reacción puede ser iniciada por diferentes estímulos"..."De este modo vemos que la función fundamental y más general de los hemisferios cerebrales es la de reaccionar a las señales presentadas por innumerables estímulos de significación intercambiable".

PAVLOV_-_REFLEJO_NO_CONDICIONADOEs decir, la total actividad nerviosa del animal debe considerarse basada primeramente en reflejos innatos (instintos), que son las conexiones causales regulares entre ciertos estímulos externos definidos actuando sobre el organismo y sus reacciones necesarias. Estos reflejos innatos son pocos en número y los estímulos que los ponen en marcha actúan, en general, por sus propiedades físicas y químicas. Pero estos reflejos innatos, por si mismos, son inadecuados para asegurar la existencia continuada del organismo ya que las condiciones complicadas de la vida corriente requieren de una correlación mucho más detallada y especializada entre el animal y los agentes que lo rodean, y esta correlación más precisa puede ser establecida solamente por medio de los hemisferios cerebrales.

Vías de corticalización

PAVLOV_-_VIAS_DE_CORTICALIZACION Desde Pavlov se ha avanzado en la identificación de los centros nerviosos concretos y de las vías por las que discurre el impulso nervioso, en la neuroanatomía, así como en la identificación química de los neurotransmisores, en la explicación cibernética de todo el proceso, pero el esquema de funcionamiento sigue siendo el mismo: se dispone de una fuente de información y de un centro analizador-efector que tras un proceso de codificación-decodificación envía las órdenes oportunas a los órganos que han de reaccionar ante el cambio de que ha sido informado.

Normalmente, entre la información y la orden hay centros intercalados que, a su vez, coordinan la respuesta con la situación general del organismo y con la experiencia previa existente, por lo que dicha respuesta no se corresponde sólo de manera mecánica con el cambio introducido.

Siguiendo el diagrama de Melzack y Casey, vemos que desde la periferia (nociceptores y otros receptores de piel, músculos y vísceras), el impulso (la información) es conducido a través de la médula hasta centros subcorticales y corticales.

via estimulo ascendente

En esta vía de ascenso, en cada nuevo nivel se van produciendo fenómenos de integración que van enriqueciendo la calidad de la información almacenada: de la médula se llega al tálamo sensorio donde se acumula la información sensorio discriminativa en la que se almacena la capacidad de identificar el tipo de irritación (mecánica, térmica, química), su componente espacial y su intensidad. En la dimensión afectivo emotiva se acumula el malestar, bienestar o estado sensorio unido a la irritación. Luego el impulso llega a la corteza asociativa en donde se efectúa la dimensión cognoscitiva; allí hay una integración sensitiva o motora de todo el fenómeno.

Tras la integración de la información, desde el nivel central parten vías eferentes hacia la periferia por las que discurre la respuesta del organismo al estímulo experimentado, produciéndose así la adaptación a la nueva situación.
Redundando en el esquema y adaptándolo al proceso salud-enfermedad y al papel que en él juega la Terapia Neural, quedaría así: una irritación periférica, una noxa de cualquier tipo (mecánica, química, térmica, "emocional"...), es transportada vía aferente y ascendente a centros superiores del sistema nervioso central y en el camino el significado de esa irritación se ve modulado por la información contenida en los diferentes centros que atraviesa; llega, por fin, a la corteza donde sufre una última integración e interpretación y, como consecuencia de ella, desde este nivel superior parte una orden de respuesta, vía eferente, que se concreta en los diferentes órganos en manifestaciones de tipo vegetativo (cambios en el equilibrio ácido-base, en la concentración de oxígeno e hidrógeno, vasoconstricción o dilatación, diferentes secreciones...) o motor (contracciones musculares...) adecuadas como respuesta al estímulo original.
El problema se produce cuando la irritación permanece, parabiosis, lo que en Terapia Neural denominaríamos foco o campo interferente (cicatriz, diente desvitalizado, puntos gatillo musculares...) y como resultado de ello se corticaliza, mantiene su representación funcional a nivel de corteza, y eso hace que la respuesta del organismo a esa irritación permanente también lo sea así, permanente, y ese cambio que se genera a nivel periférico y que era adecuado de forma puntual es lo que, en su constancia, identificamos como la enfermedad.

Fenómenos observados por Pavlov

Señalaremos varios de los fenómenos observados por el equipo de Pavlov y las implicaciones las apuntaremos más adelante, en las conclusiones:
  • Irradiación cortical del estímulo nervioso: "Un impulso nervioso que alcanza la corteza desde un punto definido del receptor periférico no da lugar a una excitación que sea limitada sólo al elemento cortical correspondiente, sino que esa excitación irradia desde su punto de origen a la corteza, disminuyendo en intensidad a medida que más se aleje del centro de excitación".
    Lo mismo ocurre para la inhibición: «La influencia ejercida por la extinción experimental sobre otros reflejos (...) puede ser considerada como el resultado de la propagación del proceso inhibidor desde el punto de iniciación hasta la totalidad de la corteza de los hemisferios».
  • La intensidad del estímulo es importante para que llegue a alcanzar representación cortical o no lo haga; hay irritaciones que no pasan de los niveles más periféricos del SNC.
  • Hay irritaciones que suman sus efectos de representación cortical a otras, funcionando de refuerzo de los reflejos condicionados. Del mismo modo, existen estímulos que actúan de inhibidores de dichos reflejos.
  • Las representaciones que a nivel cortical tienen tanto la irritación como la inhibición son funcionales, no anatómicas.
  • Representación cortical bilateral: observaron que los reflejos condicionados positivos y negativos establecidos a un estímulo determinado en un lado del cuerpo son reproducidos espontáneamente y con toda seguridad a un estímulo similar del lugar correspondiente del otro lado.
  • Una vez irradiado el estímulo, éste se concentra en un punto determinado de la corteza obteniendo así la representación cortical. Rodeando a dicho punto se establece un área de inhibición cuya magnitud depende de la intensidad del estímulo y que puede ocasionar una conexión más endeble entre otro estímulo más débil y su representación cortical.
    Pavlov comprobaba que si aplicaba simultáneamente dos estímulos, uno débil y otro fuerte, obtenía una determinada respuesta; si los aplicaba por separado veía que la respuesta la lograba sólo con el estímulo intenso pero, sin embargo, al inhibir el débil se conseguía disminuir el efecto.
    En otro experimento parecido al anterior, si lograba inhibir el estímulo fuerte observaba que el débil comenzaba a presentar una respuesta que en ocasiones llegaba a superar en intensidad a la del estímulo fuerte original.
  • «Cuanto más intenso sea el proceso excitador, tanto más intenso debe ser el proceso inhibidor para vencerlo y, por consiguiente, tanto mayor número de repeticiones serán necesarias para llevar a cabo la completa extinción»
    Observa también que «cuanto más corto sea el intervalo entre sucesivas repeticiones del estímulo, tanto más breve  será el plazo para la obtención de la máxima inhibición»
    Y que «con la repetición de la extinción ésta se obtiene cada vez con mayor rapidez puesto que la inhibición se facilita con la repetición».
  • Otro fenómeno observado es la restauración de un reflejo ya extinguido como respuesta a otro estímulo extraño.
  • Plasticidad del SN: ciertos estímulos inducen la formación de conexiones dinámicas y, por lo tanto, el SN se encuentra en continuo desarrollo, no es algo estático e inmutable, sino más bien permanentemente modificable, y esto permite la adaptabilidad de los seres vivos a los cambios de su entorno
Conclusiones

Las conclusiones que se pueden ir sacando del esquema anterior y de algunas de las observaciones realizadas por el equipo de Pavlov son varias:

  • Tanto la enfermedad como nuestra acción terapéutica pueden ser consideradas dentro del esquena general de los reflejos.
    Para ello, interpretaremos (con algunas licencias) la noxa, la irritación, la interferencia, como el estímulo condicionante que conlleva la producción de un determinante reflejo condicionado, representado en el enfermedad. Nuestra actuación al practicar TN sería el equivalente de la anulación del reflejo por extinción del estímulo.
  • Lo que interpretamos como enfermedad es en realidad la respuesta del organismo a una agresión, es la adaptación que el ser, como un todo, elige ante algo que lo está irritando. Y es precisamente el Sistema Nervioso el que regula esa respuesta.
    Speransky, en el capítulo que dedica a la irritación aguda (inflamación) (1936) señala interesantes experimentos propios y ajenos que apuntan claramente en esta dirección. En uno de ellos, inyectaron cultivos de estafilococos intraperitonealmente a conejos sanos y a otros a los que previamente se había practicado una vagotomía infradiafragmática y observaron que, mientras que los primeros murieron en el curso de pocas horas o algún día, los operados aguantaron notablemente más y en varios casos curaron (no murieron).
    Experiencias de este tipo le sirvieron para acabar concluyendo que en los procesos infecciosos, agudos o crónicos, el papel del microbio o virus es considerablemente menor que lo que se piensa habitualmente y, por otra parte, el otro factor, el organismo injuriado, es capaz de infligir un daño a sus propios tejidos y órganos mucho más grave que el producido por los microbios.
    Menciona también Speransky el trabajo de Laqueur y Magnus (de 1921) relacionado con las consecuencias del envenenamiento de gatos con fosgeno, cuya acción provocaba perturbaciones pulmonares sumamente serias: la sección previa de los nervios vagos a la altura del cuello, o bien impedía estas alteraciones o por lo  menos las disminuía considerablemente.
    Y recuerda que ya en 1906 Spiess había llamado la atención sobre el hecho de que el uso de anestésicos en algunos casos de inflamación aguda no sólo aliviaba el curso del proceso sino que a veces lo interrumpía o lo evitaba. Este autor veía en el impulso nervioso reflejo el factor básico que precede a la inflamación. De acuerdo con sus observaciones, la extirpación de este factor primario alteraba el carácter total de la inflamación subsiguiente.
  • En nuestro esquema terapéutico habremos de considerar el arco de la información ya descrito para poder influir en él a diferentes niveles:
    ✓    cualquier forma de terapia que no tenga en cuenta y no trate la irritación periférica, el estímulo que pone en marcha el fenómeno adaptativo global que acabamos identificando como la  enfermedad, en palabras de Payán, «peca de no causalidad» (se sitúa aquí la acción sobre el campo interferente, la parabiosis del tipo que sea)
    ✓    en ocasiones puede ser interesante tratar de actuar a nivel central, sobre el centro analizador-integrador de la información (inyecciones en cuero cabelludo, el propio efecto de la procaína...)
    ✓    la vía eferente, el canal por donde se conduce la respuesta (situaríamos aquí el tratamiento sobre ganglios vegetativos y nervios periféricos somáticos).
    Es aquí donde se ve plasmada la individualización del tratamiento, el viejo aforismo que en las facultades nos escribían en la pizarra al comenzar la carrera y que luego se iba olvidando a medida que se desarrollaban las asignaturas: “no hay enfermedades sino enfermos”.
  • La respuesta del SN al estímulo se da como un todo, no es una respuesta local, implica todo el ser, debido a que la irritación local acaba afectando a la totalidad del SN tras las múltiples sinapsis que se dan en todos los niveles de integración de la información y que hacen que ésta se generalice.
    Del mismo modo, el efecto de la terapia es también general, no se circunscribe localmente a un punto, porque la nueva situación surgida de la adaptación del organismo al diferente nivel de irritación periférica tras el tratamiento le afecta en su conjunto.
    Esto explica las variadas reacciones que los pacientes manifiestan tras haber sido tratados correctamente y que muchas veces tienen que ver con aspectos muy íntimos, a nivel mental, relacionados con el modo de comportarse o con la personalidad, o con detalles físicos que no eran el motivo de la consulta.
  • Cualquier irritación periférica puede llegar a tener una representación cortical, a conservarse funcionalmente en la corteza cerebral, pero no todas lo hacen, no todas se acaban comportando como campos de interferencia. Que lo haga o no depende posiblemente más de factores desconocidos que tengan influencia en el tono neural inicial (el estado funcional del SN), y tal vez no tanto del "tamaño" que subjetivamente concedamos a dicha irritación.
    Situaríamos aquí el concepto de "terreno" al que tanta importancia se le ha dado desde siempre en las concepciones holísticas de la salud, las circunstancias concretas de cada individuo que hacen que su forma de responder a un estímulo determinado sea diferente de la de otro individuo o incluso diferente a cómo respondería el mismo individuo en otro momento. Speransky hablaba ya del "umbral de estimulación" preciso para producir una respuesta.
  • Que la representación cortical de la irritación periférica sea funcional, no anatómica, nos habla acerca de la posibilidad de influir sobre ella, de que pueda desaparecer de forma también funcional, de que cese su efecto patogénico, si se logra desactivar el foco irritativo periférico.
  • De los trabajos de Pavlov se pueden derivar varias conclusiones prácticas a la hora de abordar la enfermedad desde una visión holística, así como en el momento de analizar la respuesta a nuestros tratamientos y la actitud a seguir según sea ésta. Algunas de dichas conclusiones serían:
    ✓    Cuando coexisten varios campos de interferencia, si tratamos uno que no es el causante principal de la enfermedad, es posible que se pueda notar una mejoría, leve, o un cambio en las características del cuadro, pero no la mejoría clara esperada.
    ✓    Por otra parte, si coexisten varios campos de interferencia y el que se trata el es responsable de la patología de la consulta, es posible que afloren otras irritaciones más débiles que estaban inhibidas por el anterior y el paciente comience entonces a manifestar dolencias nuevas o antiguas diferentes de la consultada. Es lo que llamaríamos un salto de campo interferente.
    ✓    Resulta interesante tener en cuenta la representación cortical bilateral de las irritaciones periféricas, como se ha mencionado más arriba, a la hora de tratar determinados cuadros en los que, por diferentes motivos, la aplicación local del neuralterapéutico no es posible: en dolores del miembro fantasma, por ejemplo, o en superficies corporales muy deterioradas por traumatismos...
    ✓    Si las mejorías son breves o parciales (síntomas que reaparecen o no acaban de desaparecer), puede ser interesante repetir en varias ocasiones el mismo protocolo siempre que con ello se logre ampliar en el tiempo o en intensidad dicha mejoría.
    ✓    Hay que considerar la necesidad de intervenir en teóricos campos de interferencia que no son los causantes probables de la enfermedad a tratar o que han aparecido con posterioridad a ésta.

PAVLOV_CONCLUSIONES

Bibliografía

  1. García R., H. y Echeverría E., G.: El Sistema Nervioso en la Terapia Neural. En: Medicina de las Regulaciones Biocibernéticas (Neuralterapia). Asoc. de Medicinas Complementarias. Madrid, 1992.
  2. Gonzalo S, L.M. y Ullán S, J.: Anatomía del Sistema Nervioso Central. Univ. de Navarra. Pamplona, 1980.
  3. Payán de la Roche, J.C.: Terapia Neural, acción a nivel del cerebro. En: www.terapianeural.com
  4. Payán de la Roche, J.C.: Terapia Neural y Sistema Nervioso. En: www.terapianeural.com
  5. Payán de la Roche, J.C.: Vías, centros nerviosos y acción central de la Terapia Neural. En: www.terapianeural.com
  6. Pavlov, Ivan P.: Los reflejos condicionados. Morata SL. Madrid, 1997
  7. Speransky, A.D.: Bases para una Nueva Teoría de la Medicina. Psique. Buenos Aires, 1936.