Y TRATAMIENTO MIOFASCIAL
Médicos Rehabilitadores. Barcelona – España
-- Congreso Internacional de Terapia Neural Sitges (Barcelona) 2012 --
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Una cicatriz dolorosa es un campo de interferencia que también determina una sensibilización periférica que puede desencadenar síndromes miofasciales, caracterizados por adherencias entre los planos fasciales pericicatriciales y puntos gatillo. Las cicatrices dolorosas se caracterizan por ser pruriginosas, dar alodinia, producir dolor neuropático o bien trastornos vegetativos locales tales como hiperemia, crisis de híper o anhidrosis, así como vasoconstricción. En la fase final de la cicatrización de una herida proliferan las fibras nerviosas seccionadas. La regeneración nerviosa puede estar alterada por el ambiente fibroso escasamente vascularizado y formar nuevas fibras con poca mielinizacion, que puntualmente pueden evolucionar formando pequeños neuromas. En la exploración se suele observar una superficie sobreelevada y en la palpación una zona indurada, contraída de aspecto hiperémico posiblemente por alteraciones locales del sistema vegetativo. Es recomendable enfocar de manera global el cuadro álgico con exploración y tratamiento no solo de la cicatriz dolorosa sino de los tejidos circundantes mediante palpación de posibles adherencias, puntos gatillos, además de efectuar test de Medicina Manual Ortopédica para descartar bloqueos vertebrales o radiculopatias.