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Terapia Neural en veterinaria

Laura Avendaño Medina
Veterinaria. México

-- Encuentro Internacional de Terapia Neural. México 2000 --

Antes de mencionar los siguientes casos quiero hacer notar que en ninguno de ellos se llevaron a cabo pruebas de laboratorio de ningún tipo, puesto que en esta área no es frecuente llevar una rutina de este tipo como se llevaría a cabo en los seres humanos, por razones económicas.

Caso 1

Marzo de 1998

Presentan perra de raza sharpei, de año y medio de edad con alopecia general de curso crónico en cabeza, dorso, cadera, cola y pecho, sin observarse alguna otra enfermedad cutánea visible, y sin prurito. Se encuentra en buena condición física, sin sobrepeso, ni pérdida de peso, con apetito normal, comiendo una sola vez al día. Orina de color y olor normal. Heces de consistencia dura. Temperatura de 38°C, frecuencia cardíaca de 100 l/min, y respiratoria de 21.

Inicia este problema a los 7 meses de edad. A los 8 meses inicia su primer celo. Tan sólo tuvo tratamientos a base de vitamínicos sin tener buenos resultados. No hay antecedentes de sarna, ni intoxicaciones, ni alergias. Al año de edad es operada de la glándula de Harder, tratándose con antibióticos y antiinflamatorios. Su alimentación es a base de croquetas.

En este caso, al no observarse ningún otro trastorno en piel, me tomé el atrevimiento de diagnosticarle alopecia causada por problemas hormonales, ya que no fue posible hacerle algún tipo de análisis. Las principales hormonas que afectan la piel se producen en la adenohipófisis (ACTH, STH -somatorópica-, FSH, LT -luteinizante- , TSH).

Se llevó a cabo el siguiente tratamiento (infiltraciones con procaína al 1%):

Se le cita a los 8 días después del primer tratamiento y se empiezan a observar pequeñas vellosidades en las zonas dónde se presenta la calvicie, además la dueña refiere que la perra está más activa, a los 2 días ya quería jugar más de lo habitual.

Se realizan dos tratamientos más a intervalos de 15 días cada uno, teniendo como resultado en un mes y medio, que las zonas alopécicas ya están totalmente cubiertas de pelo grueso y brilloso. En enero vuelve a presentar caída de pelo, pero en menor intensidad, aplicando tan sólo dos tratamientos con intervalos de 15 días cada uno, recuperándose rápidamente.

Caso 2

Junio de 1999

Perra hembra de raza cocker spaniel de 13 años de edad, donde la dueña refiere que le dan ataques desde hace dos días, observándolos al principio de menor intensidad y duración, aumentando al día siguiente. No hay antecedentes de golpes en cabeza, no es epiléptica, y no presenta signos de intoxicación. La perra está conciente a la realidad, 18 Kg, 38.2°C, frec. resp. de 28, frec. cardiaca de 70 con arritmia (bradicardia con arritmia), su llenado capilar es de 1 segundo, lengua y mucosas de color normal, sin hay cianosis, dentición completa y sana, activa, de buen apetito, orina normal, excremento de consistencia dura. Dieta básicamente de croqueta, tortilla, y arroz.

No tiene antecedentes de enfermedades infecciosas graves ni de accidentes, ninguna cirugía, tan sólo una otitis externa y media hace 6 ó 7 años, sin complicaciones.

Diagnóstico: falta de irrigación del fluido sanguíneo al cerebro, debido a la edad.

Tratamiento: Se utilizó procaína al 1%:

Se observó durante la primera semana que baja la intensidad y la duración de los ataques. Una semana después se aplica solamente ganglio estrellado derecho y pápulas alrededor del cráneo, y su I.V. En total se hicieron tres aplicaciones más con intervalos de 15 días c/u. Los ataques fueron disminuyendo cada semana hasta desaparecer por completo. Hasta la fecha, la perra cuenta con catorce años de edad sin haber vuelto a padecer ataques.