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Terapia Neural en animales domésticos

Julio César Prieto
Médico veterinario. Argentina

La vida de los animales domésticos siempre se ve influenciada por la presencia del hombre, generalmente de forma negativa, pues los alejamos continuamente de la naturaleza.

La vida silvestre  le ofrece a aquellos las condiciones óptimas de equilibrio y por lo tanto la perpetuación de la especie por medio de la adaptación paulatina a los cambios del ambiente, cambios que el hombre produce bruscamente y no da tiempo a la adaptación fisiológica, presentándose la enfermedad. Una vez instalada esta y como medida terapéutica la Terapia Neural nos ofrece torcer la curva que llevaría a un círculo vicioso y establecer un nuevo nivel donde la vida es posible.

La realidad tal como la conocemos es mucho invento nuestro, la otra porción donde no intervenimos todavía la conocemos muy poco. Con este panorama lo menos que tenemos que hacer es estar abiertos y cultivar una mentalidad maleable, elástica, para poder ir cambiando aquella realidad por otra más vivificante.

La Terapia Neural me abrió las puertas a un mundo que presentía, pero que no conocía. Este mundo, está al alcance de todos, lo único que tenemos que hacer, es buscarlo.

Antonio Pires en su Tratado de las enfermedades del pie del caballo, hace aproximadamente sesenta años, usando novocaína al 3% y bajo el nombre de anestesia regional diagnóstica, relata "hemos practicado, la anestesia de la bolsa podotroclear , y la de la articulación del pie, en sujetos podotroquilíticos. En algunos enfermos hemos hecho una de estas anestesias primero, y después de un tiempo la otra, y hemos observado que tanto con una como con la otra, desaparece total o casi totalmente, la cojera". También, observa el autor, que el día siguiente de realizada la anestesia aumenta casi siempre el dolor y el trastorno funcional, pero luego de cuatro a seis días esta exacerbación desaparece.

Dos casos clínicos tratados únicamente con terapia neural a continuación: 

Caso 1

Verraco de cuatro años, con un peso aproximado de doscientos kilos.

Hace aproximadamente tres meses padeció una manquera leve de su miembro anterior derecho, para desaparecer por si sola, posteriormente crecieron en demasía sus dientes caninos. Pasa mucho tiempo sumergido en el barro y se nota bastante agresivo. Actualmente padece una parálisis parcial de sus miembros posteriores, camina en forma serpenteante, y a menudo se cae o adopta una posición de "perro sentado".

Tratamiento

Todas las aplicaciones se efectúan con procaína 1 %.

  1. Infiltración en raíz de ambos caninos
  2. Sobre dorsal del sacro, seis pápulas, traspasando estas hasta los agujeros sacros dorsales, donde depósito 5ml en cada uno
  3. En los nervios ciáticos, en la región posterior de la articulación de la cadera de ambos miembros, 10 ml en cada aplicación

Segundo tratamiento

A los seis días del primero. El propietario me informa que el verraco está más tranquilo, no tan agresivo y que pasa menos tiempo sumergido en el barro. Al hacerlo caminar no claudica hacia uno de sus lados ninguna vez y mantiene más el equilibrio.

En esta oportunidad inyecto:

  1. En ambos nervios ciáticos (10ml en cada uno) en posterior de la articulación de la cadera
  2. 2ml endovenoso en una vena de la oreja y 1 ml perivenoso
  3. inyección presacral (entre primera vértebra sacra y última lumbar) a 4 cm de la línea media

Tercer tratamiento

A los veinte días del último. Mejora paulatinamente su andar. Al querer agarrarlo salta de una chapa de unos setenta centímetros de altura.

El tratamiento en esta oportunidad se basa en repetir la inyección en ambos nervios ciáticos de 10 ml cada una, y otra presacral, a ambos lados de apófisis espinosas.

A pasado un mes del último tratamiento. Dejaré que su organismo busque el equilibrio. El propietario me informará de presentarse una recaída para tratarlo nuevamente.

Caso 2

Caballo tobiano, mestizo, de siete años de edad, estado de gordura excesivo.

Presenta cólicos, se mira el flanco derecho y manotea mucho (más del miembro derecho anterior), no defeca, si produce mucho gas. Se revuelca y pone en decúbito dorsal. Se lastima la cabeza en la zona temporal, en sus violentos movimientos. Presenta cicatrices profundas antiguas en el flanco izquierdo. En general no tiene zonas hiperalgésicas a nivel cutáneo. Presenta una tumefacción muscular grande a nivel de la espalda, no dolorosa ( encima de la paleta ).

Tratamiento

  1. 10 ml de procaína al 1% endovenoso
  2. Infiltración profusa de las cicatrices en la pared abdominales
  3. Inyección de plexo celíaco con la aguja de doce centímetros de longitud a ambos lados de apófisis espinosa,10 ml de cada lado
  4. Pápula sobre cartílago xifoides y otra a 10 centímetros, sobre el hueco epigástrico, aquí en profundidad 10 ml intraperitoneal

A los treinta minutos aproximadamente está más tranquilo pero se revuelca por momentos, en este momento inyecto 10 ml de novocaína 2% endovenosa.

Por la noche defeca dos veces. A la mañana siguiente está más tranquilo, sin cólicos y se lo larga al potrero a comer.

A los seis días aparece nuevamente los cólicos pero más suaves, no se revuelca tan bruscamente, trota y está alerta. Se trata aquí con 10 ml endovenoso de procaína al 1% y a los quince minutos 10ml endovenoso al 2%. Se repiten las inyecciones en las cicatrices anteriormente tratadas y se agrega otra que descubro a nivel del cuello.

También se repite la inyección del plexo celíaco a ambos lados.

El animal mejora y el día posterior se larga a comer al potrero, no apareciendo más este cuadro de cólicos.