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Tratamiento del dolor Cráneo-Mandibular mediante Terapia Neural Segmental
Antonio Abel Díaz Gisbert
ATM                        Médico Estomatólogo. Alacant (ESP)

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La terapia neural, según fue introducida por los hermanos Huneke, es un método de tratamiento del ser humano en el cual la enfermedad es considerada como una manifestación propia y particular de cada individuo.
Cada individuo, dotado de un particular sistema neuroendocrinoinmunológico y de su sistema básico de interacción celular (parénquima/estroma), será quien integre las diferentes noxas que le vayan afectando a lo largo de su proceso vital, utilizando como integrador de todo este proceso a su propio sistema neurovegetativo.
Partiendo de este concepto, entendemos pues la sintomatología dolorosa como una manifestación propia de este proceso dinámico que es la vitalidad/enfermedad.
Durante la práctica clínica estomatológica nos encontramos con un porcentaje importante de pacientes cuyo motivo de consulta es el dolor craneomandibular. Estos pacientes relacionan el dolor con la función masticatoria y/o con las estructuras encargadas de la misma.
Habitualmente se intenta encuadrar a los pacientes en clasificaciones etiológicas para desde ahí dirigirlo hacia un tipo de tratamiento farmacológico, rehabilitador oclusal o quirúrgico.

Objetivos
Nuestra propuesta de trabajo, atendiendo al concepto de terapia neural propuesto por los hermanos Huneke , estriba en considerar al paciente individualmente, según lo recibimos en consulta, e intentar demostrar cómo su evolución clínica individual y su respuesta al tratamiento neuralterapéutico será independiente de los hallazgos “objetivos” encontrados en las diferentes pruebas de diagnóstico.

Métodos empleados

Pacientes que acuden a la consulta de Estomatología de un centro de especialidades médicas de un hospital comarcal, refiriendo dolor craneomandibular acompañado o no de otra sintomatología propia del Síndrome de disfunción craneomandibular.
Se solicita una Resonancia nuclear magnética de ambas articulaciones temporomandibulares previa al inicio del tratamiento neural. Seguidamente una valoración de su nivel de dolor mediante escala visual analógica (EVA) antes y después de la aplicación segmental de terapia neural realizada en tres visitas sucesivas diferentes.
Posteriormente, mediante gráficos, se realiza un análisis de resultados.

Resultados obtenidos

Los pacientes que iniciaron el estudio tenía un valor medio en la escala EVA /paciente de 7.54, oscilando entre 7.50 y 8.00.
Todos los pacientes que participaron en el estudio acudían con un nivel alto de dolor en la primera visita.
Al mes de inicio del estudio el valor medio EVA por paciente previo a la tercera sesión de tratamiento había descendido a 2.14 (28.38% del valor inicial), con un 74.28% de los pacientes con valor < o igual a 2.

Discusión
Una de las principales dificultades que se me plantearon a la hora de diseñar un trabajo de investigación clínica con la finalidad de valorar el uso del concepto Terapia Neural como forma de tratamiento, fue el propio diseño del trabajo en sí.
Me explico, en los trabajos de investigación al uso en medicina alopática se eligen aleatoriamente grupos de pacientes con datos homogéneos que permitan introducirlos en un concepto diagnóstico sindrómico.
Es decir, los pacientes han de reunir unas caracerísticas patognomónicas que les homogenicen como grupo de estudio.
Al hacer esto, cada paciente ha de ceñirse a un patrón y un diagnóstico que les agrupe como conjunto, a costa de perder su individualidad personal.
Aquí radica la gran diferencia con las medicinas biológicas, y en ellas la Terapia Neural.
No existen diagnósticos en los cuales incluir a una persona en concreto.
Todo lo contrario, estamos tratando con seres vivos individuales, con su propia historia de vida y su particular biografía, que se manifiestan con determinados síntomas/ signos, que pueden ser compartidos con otros seres vivos individualizados.
Por lo tanto, lo único que tiene en común todas estas personas es la forma cómo manifiestan su enfermedad y el motivo que les lleva a solicitar ayuda nuestra. Sin embargo, el camino vital que han recorrido sus sistemas neurovegetativo-intersticio-celular es único para cada uno de ellos.
Por tanto, extraer un grupo de personas e incluirlos como grupo de trabajo en un concepto de enfermedad objetivo-lineal, para aplicar en ellos un tratamiento con visión integral, biocibernético, dinámico y cambiante en su proceso, era a mi parecer un sesgo inicial en contra del tratamiento neuralterapéutico.
El segundo punto de fricción era el tipo de tratamiento a emplear. En medicina alopática los tratamiento a emplear son estándar con protocolos terapéuticos establecidos en consenso por las sociedades científicas (y/o grupos de experimentación)
En medicina biológica ocurre lo contrario: No existe un protocolo terapéutico predeterminado desde el momento en qué no existen las enfermedades sino los enfermos individuales.
Crear una pauta de tratamiento y reproducirlo en todos los pacientes era, a mi modo de ver, un segundo sesgo de partida en contra del concepto neuralterapéutico.
La tercera dificultad surgía del hecho de aplicar dicha terapéutica ciñéndose al ámbito de actuación de una Especialidad médica, con su limitación de uso topográfica.
Nuevamente, en Terapia Neural, no existen las limitaciones topográficas impuestas por la especialización médica, pero dado que la realidad del trabajo diario me obliga a ceñirme a este ámbito de actuación, también me obliga a ceñirme a un pauta de trabajo segmental, con lo cual podían darse dos consecuencias:
Pudiera ser que el tratamiento no mejorase significativamente las demandas de los pacientes, con lo cual podríamos aducir que dicha terapia segmental queda falta de un tratamiento global de la persona.
Por el contrario, si el tratamiento segmental resultase exitoso, igualmente sería sesgado concluir de ello que la terapéutica segmental es el tratamiento idóneo.
No obstante, la finalidad del trabajo fin de máster no es sólo obtener resultados cuantificables en cuanto a la eficacia de la Terapia Neural, sino establecer puentes que permitan transitar entre la medicina biológica y la medicina alopática buscando, en la medida de lo posible, un acercamiento entre ambas.
Por todo ello, dado que una de las condiciones del trabajo es que pueda ser reproducible por terceros, he asumido un criterio de inclusión y establecido un protocolo de trabajo que permitan el uso de la Terapia neural, al menos como punto de aproximación inicial, a cualquier otro enfoque de tratamiento que se aplique.

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